A partir de un poema de Trinitat Catasús inscrito en el llamado “Noucentisme”, escribió Eduardo Toldrà (compositor, violinista y director) el primero de un ciclo de seis sonetos, en 1922. Cada uno de estos sonetos está inspirado en un poema diferente y, en este caso, con indudable carácter mediterráneo, luminoso y extático que refulge con los mismos colores que un bañista de Sorolla.
La Sonata para violín y piano de Enric Granados fue publicada mucho después de su muerte. El compositor ilerdense se dedicaba en su juventud a tocar en el Café de las Delicias, con un considerable salario de 1200 pesetas anuales, antes de marchar a estudiar a París, donde pudo codearse con Fauré, Debussy, Dukas, D’Indy o Saint-Saëns, Ravel o Stravinsky.
Su bellísima sonata para violín y piano muestra su enorme capacidad expresiva, su brillante técnica, influenciada por Schumann, Brahms y Fauré, y su magnífico legado pianístico. De gran lirismo para el violín muestra, una vez más, toda la dulzura y la expresividad mediterránea. Granados murió trágicamente en el naufragio de la nave Sussex, al intentar rescatar a su esposa, aún en el mar tras el torpedeo.
Nacido en San Jean de Luz y de madre española, Maurice Ravel ha sido sin duda alguna uno de los compositores más geniales de la Historia. Personaje singular, gran amante de los mecanismos y los autómatas, su búsqueda tonal en un momento en el que la tonalidad clásica estaba ya despedazada -como hizo el cubismo con la forma- fue audaz y sorprendente, buscando además siempre los límites técnicos de los instrumentos, sublimándolos.
La Sonata para violín y piano nº 2 de 1927 fue dedicada a su gran amiga, la violinista Helene Jourdan-Morhange, y ella fue la escogida para estrenar la obra, lo cual fue imposible debido a una poliartritis reumatoide que acabó con su carrera. La obra fue estrenada por Georges Enescu y el propio compositor al piano.
Ravel consideraba ambos instrumentos “incompatibles” en la manera de tratar sus respectivas cuerdas; mientras el piano martillea la cuerda y su sonido se va extinguiendo, el violín puede mantener el sonido con continuidad e incluso variar el timbre o vibrar.
Sus tres movimientos, tratados cual sonata de Bach en estilo contrapuntístico, son de carácter muy distinto: el primero, un movimiento típico de su admirable combinación “mecánico-lirica”; el segundo, un Blues con el que además trataba de convencer a los críticos de que el jazz era el camino a seguir para la música estadounidense (sin entender por qué insistían en considerarlo irrespetuoso); el tercero, un virtuosísimo Perpetuum Mobile.
Su Sonata póstuma fue -a pesar de su nombre- compuesta anteriormente, en 1887, época aún del conservatorio. De un solo movimiento y claras influencias de César Franck y Gabriel Fauré, su tema lírico y temperamental rezuma tintes impresionistas y posrománticos, adornado con toques orientalizantes. Su estreno tuvo lugar en el Conservatorio de París en 1897, otra vez con Enescu al violín y el autor al piano, aunque oficialmente fue en Nueva York en 1975, año de su redescubrimiento.
Fritz Kreisler, equivalente a lo que sería hoy una estrella de rock, era admirado en Viena y en todo el mundo por la increíble belleza de su timbre, de características únicas, por la elegancia y naturalidad de su legato, así como por su uso del portamento, su intenso y expresivo vibrato y su perfecta articulación. Capaz siempre de dar un violinístico “toque mágico” a todo lo que hacía, realizó numerosos arreglos de obras de otros compositores, como esta transcripción de la Danza de la vida breve de Falla, así como composiciones propias, como este virtuoso y divertido Capricho gitano: dos obras de inconfundible aroma español. También a él le podemos escuchar con la imaginación en cualquier café de Viena. Su enorme encanto ha permanecido intacto.
Tras su encuentro con Felipe Pedrell, quien le mostró la riqueza y las posibilidades de la música nacionalista, se abrió para el gaditano Manuel de Falla un amplio horizonte. Tras escribir La vida breve, viajó a París donde trabajó con Paul Dukas, Albéniz, Ravel y Debussy, quienes influyeron en su composición y en su interés por el folclore. Sus Canciones populares españolas, originales para soprano y piano, fechadas en 1905, fueron arregladas para violín y piano por Pavel Kochanski, con conocimiento y autorización del compositor. Esta Suite Popular se interpreta en adaptaciones destinadas a los más variados instrumentos, pues su popularidad es enorme y justificada, paleta del folklore de las variadas regiones españolas.
Lina Tur Bonet, violín - https://www.linaturbonet.com/
Considerada por la prensa internacional por su virtuosismo combinado con una musicalidad poco común y su energía sobre el escenario, Lina Tur Bonet ha desarrollado una carrera versátil y personal como violinista y directora.
Su repertorio abarca más de 400 años de música, siempre con los instrumentos originales de cada época. Desde muy joven trabajó con muchas de las agrupaciones más reconocidas de la música barroca, romántica y contemporánea (Les Musiciens du Louvre, Les Arts Florissants, Mahler Chamber Orchestra y Orchestra Mozart Bologna bajo la dirección de Abbado, Harding, Gardiner, Clemencic, Minkowski, Christie, Currentzis, Gatti...), actuando en Sidney Opera, Lincoln Center, Bunkamura Hall, London Proms o Berliner Philharmonie. Fue premiada en varios concursos internacionales como el Premio Bonporti.
En la actualidad, Lina recorre el mundo actuando como solista en salas y festivales como el Wigmore Hall London, Styriarte Graz, Musik Before 1800 New York, San Diego Early Music Festival, ORF Vienna, Concertgebouw Amsterdam, Musashino Hall Tokyo, Residenzwoche Munich, Early Music Saint Petersburg, Varna Festival, en Israel o en la Universidad de Yale, y como músico de cámara en Musikverein y Konzerthaus Viena y la Filarmónica de San Petersburgo.
Ha sido invitada como concertino por Il Complesso Barocco, Orquesta del Liceo de Barcelona, Orquesta Nacional de España, Hofkapelle Munich, Bach Consort Wien, Clemencic Consort, Concerto Köln, Palau de les Arts y Orqueste d’Auvergne, y como directora de la Orquesta del Festival de Montreal, la Orquesta Barroca de Jerusalén, Vila Musica de Mainz y la Orquesta Vigo 430, entre otras muchas.
Sus grabaciones como directora y solista (música de Vivaldi, Biber, Corelli, Jacquet de la Guerre, Bartok, Bach, Handel, Beethoven y música del Seicento) han tenido una gran acogida internacional, siendo elegidas mejor versión por la BBC, referencial para Gramophone, mejor versión para Radio France Musique y para Scherzo, recomendadas por las radios alemanas Bayerische Ründfunk, Kulturradio Berlin y Südwestfunk. Ha obtenido numerosos galardones de revistas de música, entre otros el prestigioso Diapason d’Or. Su CD con las últimas Sonatas de Beethoven fue galardonado con 5* de la Radio de Berlín.
Graba e interpreta música inédita de Vivaldi, Pisendel, Matteis, Leonardo Leo, Boxberg, Boccherini, Reynaldi, Montali y Brunetti, así como piezas contemporáneas escritas para ella. Elegida como artista especial en el Festival de Montreal en 2017 para interpretar la integral de violín solo de J.S. Bach, ha tocado todas las Sonatas del Rosario de Biber en España, Viena y Tokyo, así como conciertos para violín y orquesta desde Vivaldi hasta Bartok.
Durante la temporada 21-22 disfruta de una doble residencia en el CNDM como intérprete individual y con MUSIca ALcheMIca que le llevará a realizar giras por España e Italia -incluyendo tres conciertos en el Auditorio Nacional de Madrid- con un repertorio que abarca desde el s. XVII hasta estrenos absolutos de obras actuales escritas para ella.
Lina Tur Bonet es fundadora y directora de la agrupación MUSIca ALcheMIca y docente en la Escuela Reina Sofía de Madrid y en la ESMUC de Barcelona.
Alba Ventura, piano - http://www.albaventura.com/
Nacida en Barcelona, Alba Ventura debutó como solista a la edad de trece años junto a la Orquesta de Cadaqués y Sir N. Marriner en San Sebastián y en el Auditorio Nacional de Música. Desde entonces su carrera como solista no ha parado de crecer con invitaciones de auditorios como el Wigmore Hall, el Barbican y la Iglesia de St. Martin in the Fields, Concertgebouw de Ámsterdam, Musikverein, Cité de la Musique de París, y la Sala Svetlanovsky de Moscú entre otras, habiendo tocado además en las principales salas españolas. Su actividad internacional también la ha llevado a actuar en Estados Unidos, Colombia, Argentina, Nueva Zelanda y China. Ha sido dirigida por personalidades como Antonini, Harth-Bedoya, Hogwood, Mas, Pons, Oue, Ros Marbà y Vásary, y ha colaborado con importantes orquestas como la Philharmonia y Hallé, London Mozart Players, Filarmónica Nacional de Hungría, la Sinfónica Nacional Checa y las principales orquestas españolas.
Alba Ventura es una devota música de cámara, y ha colaborado, entre otros, con los cuartetos Brodsky, Takacs y Casals, los violinistas Boris Belkin, Gordan Nikolic, Leticia Moreno, Tai Murray o Lina Tur Bonet, la violista Isabel Villanueva, o los cellistas David Cohen o Astrig Siranossian.
Entre las distinciones recibidas, cabe destacar el Queen Elizabeth Rosebowl entregado por el Príncipe de Gales, el triunfo en las audiciones internacionales del Young Concert Artist Trust (YCAT), su inclusión en el programa Rising Stars que promueve ECHO (European Concert Halls Organisation), el Premio IMPULSA de la Fundación Príncipe de Girona y la Medalla Albéniz de la Fundación Isaac Albéniz.
Sus últimos trabajos discográficos están dedicados a Rachmaninov y los Études (desde Czerny a Rautavaara) y han tenido gran acogida por parte de público y la crítica. En 2019 Alba Ventura acometió la grabación de la integral de las Sonatas para piano de Mozart, que están viendo la luz progresivamente desde enero de 2020.
Alba Ventura es, profesora titular en el Conservatorio Superior de Música del Liceo de Barcelona.
